La nostalgia nos desdibuja el sendero a seguir. Nos descoloca el cuerpo con respecto al camino y, mirando hacia atrás con el pecho volcado al pasado ¿ cómo vamos a avanzar?
La nostalgia nos encierra en un mundo inexistente. Nos hace prisioneros en su torre de sombras que son los recuerdos. Estos, aunque algunos, muchos o todos sean buenos, son como una moneda que ya ha perdido su valor.
La nostalgia nos encierra en un mundo inexistente. Nos hace prisioneros en su torre de sombras que son los recuerdos. Estos, aunque algunos, muchos o todos sean buenos, son como una moneda que ya ha perdido su valor.
Siempre mientras estemos vivos tendremos la posibilidad de avanzar, de ser parte del nuevo día, de sentir la profunda fuerza de palabras como; Haré, veré, sentiré,” SERÉ “…
Nuestras vidas en esta Tierra siempre van hacia adelante. Inexorablemente hacia adelante. Como el curso normal del día. De una estación, de un año. La naturaleza no contempla la marcha atrás. ¿ Has visto alguna vez paralizarse un día, detenerse un río, quedarse estático lo que va cayendo por la gravedad? No, eso jamás ocurre. La cascada podrá sentir nostalgia de la mansa laguna que le dio origen; pero las aguas seguirán su curso. Habrá más remansos, más cascadas, quizás habrá cataratas, o quizás mansos recodos que podrán incluso desaparecer bajo el terreno para volver a aparecer más allá y, sorprendentemente volverá a haber cascadas, remansos, lagunas, etc. … Esa es la naturaleza. Esos somos nosotros. Esa es, o debería ser, cada una de nuestras vidas.
La nostalgia es más cultural que natural. La hemos inventado los hombres porque tenemos un pensamiento, una memoria y una emotividad y es lógico que amemos nuestros recuerdos dulces y rechacemos los amargos. Además la memoria de nuestro pasado es fundamental. Nuestro pasado ha sido el camino que nos ha traído hasta aquí, y no debemos ni ignorarlo ni jamás despreciarlo: “nos será útil”. Estas tres últimas palabras son de vital importancia pues nos hacen tomar conciencia de que tenemos por delante la nueva vida que comienza justo hoy. A esta naciente vida hay que hacerle frente con valor e inteligencia y nuestro pasado es la fuente de nuestra sabiduría. Haya sido bueno o haya sido malo. ¿ Qué es la nostalgia entonces? La nostalgia es la añoranza de lo bueno que nos sucedió una vez en un pasado que no volverá. Es bueno, es fundamental amarla; pero nunca dejarnos atrapar en sus redes. Nunca debemos caer en la suave tentación de ser acunados por su abrazo paralizador. La trampa de la nostalgia es la muerte prematura. Es el negar la existencia de los siguientes capítulos de tu novela. La naturaleza no es así, sino todo lo contrario. La naturaleza, que es nuestra gran madre, la verdadera sabiduría, nos empuja, nos incita a seguir. La madre Natura nos da el ejemplo en cada una de sus criaturas vivientes que la vida es un recorrido sin marcha atrás. Debemos sortear los obstáculos pero nunca detenernos. Si aprendemos a nadar para cruzar un río, a correr para escapar de un peligro, a sonreír para buscar afecto… ¿ Porqué entonces nuestros propios e inmateriales recuerdos nos atrapan y nos llevan a la desesperante abulia?
La nostalgia puede ser bella y debe serlo; pero no debemos dejar que una suave mano que nos acaricia y una voz que nos susurra una dulce nana se transformen en una dura garra que, agarrándonos con ferocidad, nos encierre en un oscuro calabozo.
“ Que la nostalgia jamás empañe la felicidad que puedas sentir hoy “.
Julio Valenzuela Ravani
Madrid, Mayo de 2004